Cabrera: amenaza contra la movilidad en Sevilla

Si el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla dice que las alegaciones más importantes a la regulación contra los vehículos de movilidad personal son las de los fabricantes de patinetes, solo tiene tres explicaciones: no se ha leído ninguna, no entiende lo que lee o miente. Conociendo el perfil ético e intelectual del delegado, probablemente sean las tres al mismo tiempo.

Impresiona saber que la ley prevé que se pueden hacer alegaciones pero que el regulador no está obligado a tenerlas en cuenta, ni siquiera a leerlas y mucho menos a contestarlas o a debatirlas, creando así una ficción democrática. Sabemos que no las leerá ningún experto en movilidad porque el Ayuntamiento carece de ellos. Nos habríamos conformado con que las leyese una persona honrada y objetiva que buscase los intereses de la ciudadanía y que preguntase las cosas que no entiende.

Es altamente improbable que los fabricantes de patinetes hayan solicitado circular por zonas peatonales. Tampoco lo habrá solicitado ninguna empresa de alquiler de patinetes y tampoco lo ha hecho la Asociación por la Movilidad Personal y Ecológica de Sevilla, que ha pedido en las alegaciones poder usar la calzada en calles de único sentido y en las zonas 20 y 30.

Mencionar en los medios de comunicación lo que nadie ha pedido es una forma de mentir. Citar a las empresas de fabricación de patinetes y omitir a la única Asociación de usuarios de vehículos de movilidad personal de Sevilla, con 500 asociados, es fingir que detrás hay un lobby, pero es mentira. La mentira es el primer recurso de los incompetentes, por eso el señor Cabrera recurre tanto a ella.

La verdad es que las alegaciones de AMPES se resumen en querer debatir las cuestiones técnicas, jurídicas y éticas erróneas de la regulación. Errores técnicos son confundir potencia con velocidad, bajar la potencia porque eso implica bajar la seguridad, utilizar un límite de peso arbitrario por debajo de cualquier bicicleta porque eso se consigue limitando elementos de seguridad.

Errores jurídicos son basar la regulación de circulación en la norma UE 168/2013, que es una norma de homologación y no de circulación, y hacerlo de manera parcial, torturando un texto que no corresponde para que diga lo que no dice. Esa es la razón por la que nadie en España ni en el mundo usa esa norma.

Errores éticos son no haber consultado o respondido a la única Asociación que representa a los usuarios de vehículos de movilidad personal de Sevilla, penalizar a estos vehículos convirtiendo la regulación en una persecución o asegurar la desigualdad jurídica con las bicicletas.

Las declaraciones del señor Cabrera destacando lo más chusco y ocultando lo importante, avanzan su intención de reírse de nuevo de los ciudadanos de Sevilla que cada día padecen su incompetencia.

Toda la corporación municipal debe sonrojarse cada vez que el señor Cabrera abre la boca.

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