Los 9 accidentes más comunes en VMP ¿Cómo evitarlos?

El aumento del uso del VMP como medio de transporte y ocio de los últimos años y la entrada en juego de numerosos usuarios con poca experiencia en su pilotaje hace necesario una toma de conciencia sobre las normas de tránsito que debemos cumplir y cómo circular correctamente para disminuir los riesgos durante nuestros trayectos. Según el informe Safe Micromobility (OECD 2019), en el que se hace un primer análisis de causas de accidentes en VMP, podemos obtener los siguientes datos.

  • Los accidentes con peatones son raros, representan menos del 10% del total de accidentes en los que está involucrado un VMP.
  • El 80% de los accidentes en VMP involucran siempre un vehículo más pesado.
  • Bicicletas y VMP comparten los mismos riesgos y por tanto la tipología del accidente es siempre similar.
  • El uso del casco es aún muy reducido a pesar de que es un elemento fundamental de protección.
  • Al igual que en otros medios de transporte la mayoría (62%) de accidentes son sufridos por hombres.
  • Un mal estado de la calzada o del carril bici suele ser reportado por el 40% de los usuarios que sufren un accidente.
  • El porcentaje de accidentes se reduce en el tiempo conforme los usuarios adquieren experiencia

Es fundamental indicar que antes de utilizar un VMP debemos asegurarnos de que las condiciones del mismo son las idóneas, debemos revisar: presión de las ruedas, frenada, cierres ajustados, luces, carga de batería... Además es muy recomendable y a veces obligatorio que tanto vehículo como usuario porten elementos reflectantes y casi de obligado cumplimiento, aunque no siempre obligatorio, el uso de casco y guantes.

Impacto lateral por giro de un vehículo

Motivo. El VMP circula por la derecha de vehículos que pueden girar, bien porque no está ocupando el centro del carril, o porque el carril por el que circula está vetado a dichos coches (Carril bici). El vehículo no ve al VMP porque está en un punto ciego y hace el giro pensando que no hay nadie a su izquierda.

Solución. Tal y como indica la normativa de Sevilla en caso de circular por calzada (Solo calzadas 30 de un sólo carril y sentido) se debe circular siempre por el centro del carril, con esto nos aseguramos de que los vehículos circulen siempre por delante o por detrás nuestra y aseguramos nuestra visibilidad. En caso de circular por carril bici al llegar a cualquier cruce debemos reducir la velocidad y comprobar que ningún vehículo tiene intención de realizar un giro. Si es necesario es preferible pararse aunque tengamos la prioridad.

Un vehículo impacta lateralmente

Motivo. El conductor no puede frenar a tiempo cuando un VMP se cruza en su trayectoria de forma inesperada, bien por exceso de velocidad de cualquiera de los dos vehículos, o por falta de visibilidad del cruce. La falta de visibilidad se da por coches mal estacionados, calles estrechas, mobiliario urbano... Y suele involucrar a un VMP que circula muy pegado al borde derecho, lo que hace que exista un ángulo de visión reducido.

Solución. Circular por el centro de la calzada hará que seamos visibles con antelación, reducir la velocidad al llegar a cualquier cruce, aunque tengamos prioridad, para asegurarnos de que o bien no gira ningún vehículo o bien el que va a girar nos ha visto. No podemos presuponer que por tener prioridad podemos cruzar, los conductores aún no están acostumbrados a nuestra presencia y esperan toparse con algo a velocidad de peatón, por tanto es siempre preferible reducir velocidad o incluso parar ante cualquier cruce.

Un vehículo aparcado abre una puerta

Motivo. Un vehículo abre la puerta sin mirar y esta invade parte de la calzada o del carril bici. El VMP circula cerca o muy pegado a los vehículos estacionados lo que le impide reaccionar a tiempo.

Solución. De nuevo circular por el centro de la calzada nos va a evitar este tipo de accidentes ya que la puerta nunca podrá alcanzarnos. Si circulamos por carril bici o calzada muy estrecha deberemos reducir la velocidad para poder reaccionar a tiempo y circular todo lo pegado que podamos al lado izquierdo.

Un vehículo adelanta sin dejar distancia de seguridad

Motivo. Un vehículo adelanta a un VMP sin dejar la correspondiente distancia de seguridad (1,5 m).

Solución. De nuevo circular por el centro de la calzada va a ayudarnos a evitar este tipo de accidentes ya que el vehículo tendrá que cambiar de carril para poder adelantarnos. Si circulamos por el centro de la calzada nos aseguramos de que tendremos vehículos en movimiento delante o detrás y cualquier adelantamiento será siempre por otro carril. Esta situación suele poner nervioso a cualquier conductor de VMP ante un vehículo que se pega demasiado o nos indica su intención de adelantar de forma insistente. Si se dispone del espacio suficiente en la calzada podemos intentar facilitar el adelantamiento echándonos a la derecha y reduciendo la velocidad pero SIEMPRE dejando espacio con los coches estacionados y NUNCA en las cercanías de un cruce.

Un vehículo nos alcanza por detrás

Motivo. Es un accidente de baja incidencia que se produce cuando no somos lo suficientemente visibles para vehículos que circulan detrás nuestra, bien por la falta de iluminación o bien por el exceso de luz en contra (Deslumbramiento).

Solución. Circular siempre con elementos reflectantes y luces de posición o parpadeantes que dejen clara nuestra presencia, evitar circular en condiciones de poca visibilidad o a contra luz en vías rápidas.

Baches, agujeros y obstáculos en el carril.

Motivo. Un alto número de accidentes es provocado por un mal estado del carril. Las ruedas de los VMP suelen ser de diámetro reducido (8-10 pulgadas) además los modelos más básicos suelen carecer de amortiguación por lo que son especialmente sensibles a cualquier desperfecto en el carril. Toparnos con un agujero, bache u obstáculo a alta velocidad puede hacer que acabemos en el suelo.

Solución. Asegurarse de un correcto mantenimiento del vehículo: Revisar la presión de las ruedas, estado de frenos y amortiguadores. Si no conocemos el carril por el que circulamos debemos circular a velocidad moderada prestando especial atención al carril y a cualquier desperfecto que localicemos, una baja velocidad nos va a permitir advertirlo a tiempo y sortearlo con total seguridad.

Calzada resbaladiza

Motivo. El carril es resbaladizo por la presencia de agua, aceite o suciedad. Un carril resbaladizo puede provocar una caída repentina ante cualquier cambio de dirección o velocidad realizado de forma brusca.

Solución. Asegurar el correcto estado de la presión de las ruedas y el estado de los frenos. Tener una especial precaución si se circula con lluvia o por un carril que presenta charcos u hojas en cantidad reduciendo la velocidad general de circulación y evitando a toda costa realizar frenadas fuertes o giros bruscos. Si vemos cualquier mancha o charco con el suficiente tiempo deberemos evitarlo o pasarlo a muy baja velocidad.

Impacto por vehículos no visibles

Motivo. Un vehículo aparece de la nada al salir de su estacionamiento o de un aparcamiento con escasa visibilidad.

Solución. ¿Lo adivinan? Circular por el centro de la calzada hará que seamos más visibles para los vehículos que salen de un estacionamiento y nos dará un mayor tiempo de reacción, reducir la velocidad cuando nos acerquemos a la salida de un aparcamiento nos permitirá ser más visibles y disponer de un valioso tiempo para frenar y evitar el accidente.

Adelantamientos de vehículos parados

Motivo. Al circular por calzada o carril reservado adelantamos a los vehículos que se han parado delante nuestra por la existencia de un semáforo, un paso de peatones o algo que ha hecho que todos se detengan. Durante este adelantamiento podemos sufrir un impacto de un vehículo que arranca o cambia su trayectoria de forma inesperada.

Solución. Comportarse como el resto de vehículos y detenernos guardando nuestra posición en la calzada o el carril por el que circulamos.

Y un consejo... CASCO, SIEMPRE CASCO.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *